«Nuestro objetivo siempre es empoderar a las familias con niños con TEA»

Lo primero que hago cuando llego al Área de Salud Mental del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona es revisar, junto a la psiquiatra adjunta de Unim TEA, Neus Elías, todos los casos nuevos que nos han derivado desde los equipos del propio hospital o desde los Centros de Salud Mental Infanto-juvenil.

Este trabajo es necesario para valorar, en cada caso, si la Unidad Unim TEA es el recurso adecuado para esa familia o si se necesita activar otro tipo de recurso.

Acompaño a las familias en la introducción, recuperación o mantenimiento de conductas saludables indispensables para los chicos y chicas con TEA. Trabajamos especialmente aspectos como el patrón del sueño y alimentación, las rutinas de higiene y/o estrategias para aumentar la autonomía y autoestima.

Visitamos tanto a familias y chicos con los que trabajamos en su seguimiento como nuevos casos que llegan a la unidad, siempre haciendo una aproximación personal en cada caso. Por ello, es muy importante mi relación con ellos para llegar a entender las dinámicas familiares y que las estrategias que pensemos estén adaptadas a cada familia y a cada uno de los chicos. Siempre teniendo en cuenta los puntos fuertes y débiles de la persona y su entorno y sus motivaciones, que pueden ayudarnos a conseguir los objetivos marcados.

Una de las características de los niños y los adolescentes con TEA es el foco restringido que pueden tener con temas concretos que les apasiona…desde dinosaurios, al cine o los camiones. El tema no es importante, lo importante es ser creativos y utilizar ese interés restringido para generar confianza y vinculo. Y también utilizarlos como motivadores para conseguir aquellos objetivos marcados. También trabajar, objetivos tan complicados y delicados como la sexoafectividad o la autoregulación emocional, por ejemplo.

Toda estrategia implementada o pensada no tiene sentido sin el empoderamiento de la familia o personas referentes del entorno del niño o niña y es por eso que debemos trabajar desde el principio de realidad de vida, generando una muy buena comunicación con todos los entornos referentes de la persona con TEA: familia, tutores, escuela, centros de salud mental de comunitaria (CSMIJ-CDIAP), centros abiertos, recursos privados, etc. Para trabajar todos juntos y generar cambios duraderos y positivos. Donde todo el mundo se sienta cómodo trabajando para el bienestar de la persona que tenemos en consulta.

En la unidad tenemos un grupo de alimentación, creado en 2018 por la psicóloga clínica Mireia González, con el objetivo de estimular a los niños y niñas con TEA para que se abran a probar alimentos nuevos de una manera lúdica, a través de los sentidos.

Así que cuando tenemos sesión, lo primero que hago es colocar todos los juguetes y elementos que tenemos para que los niños puedan jugar, oler, ver, tocar y relacionarse con grupos de alimentación diversos.

Cuando llegan vemos cómo se les despierta la curiosidad y, poco a poco, les acompañamos a descubrir nuevos alimentos. De hecho, pedimos a la familia que cada semana traigan un alimento determinado que, después de la sesión, puedan seguir introduciendo en casa.

Cuando hay casos severos de TEA, trabajamos estos conceptos con terapia individual, junto con pautas nutricionales saludables para toda la familia.

Cuando se termina la sesión del grupo de alimentación, toca recoger la sala y valorar con el equipo cómo ha ido, qué dificultades hemos detectado, qué nos ha funcionado mejor y seguir mejorando para las próximas sesiones.

Antes de terminar la jornada, dedico un buen rato a registrar la información del trabajo de la jornada y acompañar familias con visitas rápidas telemáticas siempre y cuando nos lo permita el objetivo terapéutico.  Además, en este espacio hago coordinaciones telemáticas con profesionales referentes de la familia y el niño o niña atendido y preparo material, como pictogramas o paneles visuales, para dar a las familias en las siguientes sesiones.