Las asociaciones, un elemento importante en el proceso de recuperación
Las asociaciones de familias y de personas afectadas son una pieza importante para minimizar el impacto que puede suponer para una persona y para su entorno más próximo tener un trastorno de salud mental. Estas entidades son a menudo el primer lugar de acogida después de recibir un diagnóstico de salud mental, pero también un lugar de prevención que a veces hace de puente entre la persona y el centro de atención especializado.
El asociacionismo es un elemento imprescindible en el modelo de recuperación en salud mental, que ofrece recursos, información, formación y ayuda en un espacio compartido por personas que tienen el mismo objetivo: mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas con problemas de salud mental y sus familias. A su labor de acompañamiento se suma también a menudo la reivindicación, la incidencia en los políticas públicas sociales y de salud y la defensa de los derechos fundamentales, como pueden ser el de recibir un tratamiento adecuado, participar de la toma de decisiones, empoderarse y participar en las actividades de la comunidad.
¿Qué podemos encontrar en las asociaciones?
Acogida
Todas las personas que lo necesiten pueden ser escuchadas, acompañadas e informadas en todo su proceso, en un espacio seguro. Normalmente, en un primer momento de debut de un trastorno en salud mental, es habitual que las familias y las personas afectadas se puedan sentir desorientadas. Este servicio de acogida no sustituye en ningún caso una intervención ni ningún tipo de tratamiento, puesto que su objetivo acostumbra a ser dar información y facilitar, si hace falta, el circuito que hay que seguir para poder recibir un tratamiento especializado.
Información y orientación
Las asociaciones son un lugar ideal para recibir toda la información necesaria sobre los problemas de salud mental. Acostumbran a tener materiales de consulta y personas especializadas que te pueden atender. Es importante conocer el trastorno mental que te afecta a ti o a tu familiar para poder tomar decisiones y obtener una ayuda adecuada.
Acompañamiento
Además de los servicios de acogida e información, muchas asociaciones ofrecen servicios especializados de asesoramiento y de apoyo para acompañar a las personas con experiencia propia y a las familias. Generalmente, la tarea de acompañamiento se hace de manera coordinada con los servicios de la red de salud mental y social. Algunos ejemplos de servicios de acompañamiento pueden ser:
- Servicios de intervención familiar.
- Servicios residenciales (pisos con apoyo...).
- Servicios de asesoramiento jurídico.
- Servicios y programas de inserción laboral.
- Club social.
Grupos de ayuda mutua (GAM) para primeras personas y para familias
Son espacios o actividades grupales autoorganizados, dinamizados por personas que han pasado una experiencia adversa o una dificultad común, como puede ser un problema de salud mental, donde comparten sus vivencias en primera persona. Son espacios complementarios a los recursos profesionales, en los que el conocimiento experiencial adquiere un valor capital, y donde se recibe y se apoya desde la horizontalidad, la voluntariedad y el respeto.
Formación y capacitación
Algunas asociaciones ofrecen formación a través de talleres y cursos, tanto para las personas afectadas como para las familias, que pueden tener como objetivo ampliar el conocimiento sobre el trastorno, pero también adquirir estrategias de regulación emocional, de control del estrés o de autocuidado para las personas cuidadoras, por ejemplo. También pueden ofrecer acciones formativas sobre salud mental y bienestar dirigidas a la comunidad, a colectivos profesionales, centros educativos, etc.
Voluntariado y activismo
Las asociaciones son un buen lugar para tomar conciencia sobre los trastornos de salud mental y para pensar en el beneficio colectivo de cualquier paso que se haga para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. También puede ser un espacio de oportunidad para hacer voluntariado, una herramienta que a menudo nos permite dotar de significado nuestra vida, formar parte de la comunidad y, a la vez, luchar contra la discriminación y el estigma.
Defensa de los derechos del colectivo
Muchas asociaciones se convierten en las principales entidades de sensibilización y defensa de los derechos de las personas con problemas de salud mental, promoviendo el conocimiento y garantía de los derechos del colectivo, pero también detectando y notificando las vulneraciones de derechos que se producen en su territorio de influencia. Con este objetivo, a menudo participan, organizan o promueven acciones de sensibilización y de prevención en salud mental.
Incidencia política
La fuerte relación de las asociaciones con el territorio donde tienen presencia y su objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y de las familias, las llevan a participar de manera activa en procesos con influencia en las políticas públicas sociales y de salud para transformar el modelo de atención.
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