Si tienes una queja en relación a un servicio social o de salud es recomendable que intentes hablar y dialogar con la persona que ha cometido la discriminación o vulneración de derechos, o con una persona responsable del servicio o entidad. Si no es posible o no se han tenido resultados positivos, puedes hacer llegar la queja a través de un escrito o, de manera más formal, a través de una hoja de reclamación. En ambos casos, es importante que la persona que presenta la queja se guarde una copia con el sello del centro o servicio conforme lo han recibido.

Una manera de ordenar las ideas en la queja escrita puede ser con el siguiente esquema:

1. Empezar explicando el propósito del escrito (informar, sugerir, protestar...) y el hecho que ha motivado la reclamación (la acción, actitud o situación), especificando el lugar y día en que se produjo.
2. Identificarse (como persona con un problema de salud mental, un familiar, un profesional, una persona sensibilizada con la salud mental…) y explicar cómo le ha molestado y afectado el hecho discriminatorio o de vulneración.
3. Indicar cómo este hecho vulnera los derechos recogidos en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (si se conoce, especificando el artículo concreto) y en otras normativas que se puedan conocer.
4. Solicitar que la reclamación sea atendida y se tomen las medidas correctivas que consideren adecuadas.
5. Firmar el escrito, incluyendo los datos de identificación (nombre completo, número de DNI o pasaporte, domicilio, lugar y fecha del documento).