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Artículo

Garantizar el derecho al ocio en entornos rurales

Pautas para entidades que atienden a personas con discapacidad
Oriol Estrada

Oriol Estrada

Sociólogo y coordinador de proyectos
Cooperativa d’Iniciativa Social Quàlia
Personas con discapacidad disfrutando de momentos de ocio

Resumen

El acceso al ocio y la participación cultural en entornos rurales es fundamental para la inclusión social y bienestar de las personas con discapacidad intelectual, cuyas oportunidades para estas actividades son limitadas y conllevan retos adicionales de movilidad y costos. Las entidades deben planificar actividades de ocio económicas, adaptadas y localizadas en el territorio rural, al tiempo que facilitan el transporte y la participación activa de las personas en la organización de estas. Se recomienda una oferta variada y proactivamente vinculada con entidades locales, a la vez que se exige la denuncia de vulneraciones de derechos para promover un ocio inclusivo y enriquecedor que mejore la calidad de vida de este colectivo.
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La participación en la vida cultural, el ocio y el deporte es un derecho fundamental de todas las personas, en tanto que forma parte de su proceso de socialización y de inclusión en la sociedad, de su bienestar, de su desarrollo personal y de el cuidado de la salud mental. Además, según el Informe de la situació de les persones amb discapacitat intel·lectual a Catalunya, del año 2022, este derecho adquiere especial relevancia a las personas con discapacidad intelectual porque:

  • Éstas tienen menos oportunidades a la hora de establecer relaciones. Las relaciones a las que acceden se producen mayoritariamente en el ámbito familiar, el ámbito de atención y entre las personas que les proveen apoyo.

  • Las personas con discapacidad necesitan apoyos para poder establecer y mantener relaciones de amistad en igualdad de condiciones con el resto de población.

  • Este colectivo de personas se caracteriza por pasar un proceso de envejecimiento más agresivo y prematuro.

  • Un 20% de las personas con discapacidad vive sola y un 38% lo hace de forma obligada. Además, las personas con discapacidad intelectual experimentan sentimientos de soledad en mayor grado (Díez y Morenos, 2015).

Ocio salud mental

Promover la salud mental a través del ocio

Garantizar el acceso desde las entidades 

Cualquier proyecto en este ámbito de actuación debe garantizar la inclusión social y comunitaria y favorecer la mejora de la salud de las personas a través de la socialización. Estas acciones no solo contribuyen a paliar los efectos del deterioro físico y emocional, sino que tienen como objetivo principal mejorar significativamente la calidad de vida de las personas.

Al planificar e implementar acciones destinadas a mejorar la salud mental a través del ocio en entornos rurales, se recomienda que las entidades consideren los siguientes aspectos esenciales:

Ofrecer actividades adaptadas

Las actividades deben estar adaptadas a las personas que participan. Para ello, se debe tener en cuenta el tipo de actividad, la duración, el espacio donde se realiza y el equipo humano disponible al organizarlas.

Ofrecer actividades de ocio económicamente asequibles

Las actividades de ocio, y especialmente aquellas organizadas para personas con discapacidad, suelen tener un precio elevado, lo que dificulta el acceso del colectivo. Este costo se debe a la necesidad de apoyo profesional y al transporte adaptado, además del coste de la actividad en sí (cena, bebida, entradas…). Por esta razón, es necesario que el coste de las actividades se ajuste a la realidad social existente y que se pueda facilitar el acceso a descuentos, vales y otros recursos que reduzcan el precio.

Desarrollar actividades de ocio en el territorio de las personas

Los problemas de residir en un entorno rural, como la falta de combinaciones de transporte, sumados a las dificultades que tienen las personas con discapacidad para llevar a cabo actividades de ocio, sitúan a estas personas en una posición de vulnerabilidad más extrema.

Por ello, es muy importante proponer actividades de ocio que se desarrollen en el mismo territorio donde viven las personas.

Trasladar las actividades a pueblos pequeños beneficia a todo el territorio: el objetivo de estas es fomentar y reivindicar la cultura popular y la participación comunitaria de las diferentes localidades.

Monografico Arte

Arte, cultura y salud mental

Monográfico

Acercar a las personas a la oferta cultural fuera del entorno rural 

Existe una falta de transporte público que conecte el territorio rural con el resto de territorio. Esta falta de transporte público significa que no se está incentivando el descubrimiento del territorio si no es con vehículo propio y, por tanto, algunos colectivos se quedan fuera de poder efectuar este descubrimiento. Es el caso de las personas con discapacidad, que aparte de presentar en muchas ocasiones una movilidad reducida, cuentan con otros factores que dificultan aún más su autonomía a la hora de viajar y realizar actividades de ocio: la capacidad de gestionar la logística de las salidas, el capital económico, etc.

En atención a ello, las entidades que desarrollen las actividades deben proporcionar el transporte necesario para que todas las personas puedan asistir. Adicionalmente, además de proporcionar el transporte de ida y vuelta de la actividad, se debe velar para que este transporte esté adaptado si es necesario: ¿asisten a la actividad personas en silla de ruedas? ¿La silla es eléctrica? ¿Es plegable?. Son preguntas que debemos hacernos a la hora de organizar una actividad.

Asimismo, otra forma de acercar a las personas a la oferta cultural es proporcionar la información de las actividades e iniciativas que se impulsan en el territorio; a la vez, buscar apoyos para poder asistir a estas actividades es también una tarea indispensable.

Fomentar la participación activa de las personas en la organización de las actividades

Puede fomentarse la participación de las personas en la organización de las actividades mediante la realización de asambleas periódicas. 

El modelo asambleario requiere más esfuerzos de gestión que si los profesionales decidieran las actividades por cuenta propia, pero permite asegurar que se detectan y cubren las necesidades reales de las personas vinculadas al servicio. Por tanto, trabajar de esta manera es de vital importancia si se quiere ofrecer un servicio de calidad.

Además, para implicar a las personas en el proyecto, es importante explicarles las actividades que hay y asegurarse de que entienden que se hará. A su vez, que las personas puedan decidir en qué medida quieren participar de las actividades es fundamental (por ejemplo, una persona puede querer venir a una actividad de oyente y no como participante activa).

Presentar una propuesta trimestral de actividades variadas y adaptadas

En primer lugar, para facilitar la organización de las familias y de las diferentes instituciones que acompañan a las personas, es muy útil anticipar qué actividades se realizarán y en qué fechas.
Además, tener cerradas las actividades de los siguientes meses agiliza la gestión a la hora de terminarlas de organizar con las personas: las personas saben qué actividades se realizarán y, por tanto, pueden informar a los organizadores sobre la futura asistencia, lo que permite saber con más antelación los recursos necesarios (transporte, monitorización, etc.). Operando de esta forma, también se garantiza que se cubre la necesidad de ocio y socialización de las personas.

En segundo lugar, en cuanto a la elección de actividades, en la asamblea periódica las personas expresan sus preferencias, sin embargo, la entidad tiene el deber de diseñar una oferta de actividades variada, teniendo en cuenta todas las propuestas. Por tanto, es muy importante ofrecer actividades variadas, combinando teatro, cine, gastronomía, historia, deporte, ocio nocturno, etc.
Por ejemplo, si la mayoría de las propuestas que aparecen van relacionadas con el ocio nocturno y la gastronomía, pero al mismo tiempo hay algunas personas que manifiestan les gustaría visitar museos y teatros, es necesario encontrar un equilibrio y ofrecer actividades que tengan en cuenta todas las opiniones expresadas.

Por último, en el momento en que se diseñan las actividades para difundir la programación trimestral, se recomienda clasificar las actividades en diferentes categorías: jóvenes, personas mayores, adaptada, etc. No debe ser un método excluyente, sino informativo: las etiquetas no tienen la función de limitar el acceso a las personas, sino ofrecer la máxima información posible para que ellas mismas y sus familias puedan valorar la asistencia a las actividades.

Presentar una propuesta de ocio con estas características mejora la salud mental de las personas participantes y, en algunos casos, de sus familias, en tanto que se procura que todo el mundo tenga un acceso real al ocio: se anticipa a las personas de las actividades y de su tipología, a la vez que se vela por satisfacer todas las necesidades de ocio.

Promover la vinculación con entidades del territorio

Una estrategia importante para garantizar el acceso al ocio de personas con discapacidad es promover la vinculación con entidades del territorio (Scouts o Caus en Cataluña, centros cívicos…). Esto significa que los profesionales deben poder detectar necesidades de ocio y de vinculación comunitaria de las personas, que no pueden responderse desde el mismo proyecto.

Por ejemplo, desde el proyecto se puede detectar que hay una persona que le gustaría hacer deporte entre semana, pero que no puede vincularse a los servicios de la entidad por diferentes razones:

  • Porque existe una falta de transporte entre su localidad y la localidad donde se desarrollan las actividades de deporte de la entidad.
  • Porque los horarios no le van bien.
  • Por falta de autonomía a la hora de utilizar transporte público.
  • Por decisión de la propia persona.
  • Otras razones.

En este caso, pues, sería importante averiguar qué iniciativas existen en su localidad y facilitar su vinculación.

Señalar y denunciar las vulneraciones de derechos

Es importante que desde la entidad que promueva las actividades de ocio, exista un compromiso, político y social, para reivindicar el derecho de las personas con discapacidad. Por tanto, la entidad debe pronunciarse ante las vulneraciones de estos derechos, como por ejemplo: agresión verbal, agresión física, falta de adaptación de los espacios públicos, negación de acceso a servicios, exclusión cultural y deportiva, etc.

También es de vital importancia tener establecidos los canales de denuncia, así como facilitarlos a las personas vinculadas: es decir, hacer llegar a las personas, de forma comprensible, el procedimiento a seguir y con quien contactar ante una agresión.

Como profesionales del sector, tenemos el derecho y el deber de pronunciarnos ante situaciones injustas, a la vez que luchamos día a día por mejorar la salud mental y física y, en consecuencia, la calidad de vida, de las personas con discapacidad.

Un ejemplo es el Informe Salud mental y entorno rural que se ha elaborado desde la Federación Salud Mental Cataluña: informes como éste son una herramienta fundamental para desplegar políticas públicas que tengan en cuenta los efectos adversos de la ruralidad, como puede ser el su impacto en la salud mental de las personas.

En conclusión, reconociendo que las actividades de ocio son una herramienta esencial para la socialización y el cuidado de la salud mental de las personas con discapacidad (Fitó y Rovira, 2022), confiamos en que estas recomendaciones sirvan para crear espacios de ocio inclusivos, accesibles y enriquecedores que mejoren la calidad de vida de las personas con discapacidad que viven en entornos rurales.